domingo, 6 de septiembre de 2009

Malcriando (o la infantilización del ciudadano)

No pocas veces el estado, o las instituciones asumen un papel paternal para con sus ciudadanos, esto que en cierta medida podría haber sido compresible en determinados momentos de la historia donde fueron bien venidos aquellos que alumbraron un camino (fuera o no equivocado) lo seguiría siendo si en las instituciones se definiera una idea de largo recorrido una estrategia* si se prefiere el término, de cuales son los objetivos a perseguir, el modelo a alcanzar...

*Nota indignada: una vez mas aterrizamos con unas instituciones que desligan al funcionario de su tarea de servicio público para convertirlo en un burócrata, porque penetrando la politización hasta límites insusitados, bien mediante Puestos de Libre Desiganción, bien mediante Empresas Públicas todo el horizonte de cualquier estrategia que se plantee está a tiro de cuatro años, en el mejor de los casos... Disculpad la vomitona, aquí estamos para hablar de ciudad, lo que pasa es que desanima que si ni siquiera es posible consensuar a largo plazo lo que debe de aprender un niño en la escuela, ya me dirán como se puede abordar la tan compleja problemática del hecho urbano... "

Retomando el hilo, esas instituciones administran ese paternalismo para con sus ciudadanos de diferentes maneras, como a los hijos a veces se nos oculta la realidad porque interesa que seamos ingenuos e inocentes, y otras, pensemos que la mayoría, para protegernos del exterior (lobo capitalista-mercado) ante el que estamos indefensos... La verdad es que el paralelismo tiene un buen filón de metáforas, volveremos a él, de momento prometí no recrearme en palabrería autocomplaciente por lo que voy a ser conciso: Pienso que en muchos casos al ciudadano en su relación con el Espacio Público de su ciudad se le infantiliza, se le entregan dotaciones, espacios verdes, jardines, zonas de juego, calles... pero no se le responsabiliza de su uso... y desprovistos de responsabilidad desconocemos el valor intrínseco de las cosas que las instituciones ponen en nuestras manos y por eso como niños malcriados, les echamos un vistazo, jugamos un par de veces con ellas y las abandonamos (los papis volveran a traernos algún regalo cada cuatro años...) Conclusión del día 3: Si de verdad queremos que se produzca una apropiación del Espacio Público de las ciudades por sus ciudadanos, y si en esa apropiación esta la buena salud de barrios y ciudades una posible respuesta sería analizar con otra perspectiva el sistema de espacios libres de la ciudad y estructurarlo según posibles modelos de gestión paralelos a estructuras jurídicas asimilables a los comunes usuarios de los mismos sean (smart communities) comunidades de vecinos, asociaciones vecinales, distritos, ayuntamientos, áreas metropolitanas... una vez sistematizada esa gestión depósitada en el normal usuario de cualquier espacio público y asegurada la permeabilidad a usuarios esporádicos, habremos depositado en esas unidades de gestión la responsabilidad sobre esos espacios, y esa responsabilidad podrá ser el germen de la apropiación y de la conciencia cívica, hoy tan denostada.